miércoles, 6 de mayo de 2009

Ficha Técnica e Introducción

Ficha técnica e introducción

Nada más nacer en Múnich en 1942, Werner Herzog, director de “Aguirre, la cólera de Dios”, fue trasladado a las vírgenes montañas de Baviera, donde asentaría su infancia, abandonando la civilización, la tecnología y especialmente, la guerra.

Su contacto con la naturaleza perduró tanto, que hasta los 12 años no conoció la existencia del cine. A los 17 años dio una zancada al mundo moderno al realizar su primera llamada telefónica. En esa prematura edad ya escogió su camino: quería dirigir cine. Muy poco después, tras estudiar teatro, historia y literatura y después de trabajar en innumerables oficios para alcanzar su propósito, forjó su propia productora, la “Herzogfilmprudktionen”.

A raíz de esta, Herzog comenzaría a rodar sus primeros cortos, experiencias que le servirían de ensayo para poder arrancar en el cine, ya que Herzog era autodidacta y nunca trabajó a servicio de otros directores ni como asistente. Decidido, “Señales de vida” fue su ópera prima, en el 68, con tan solo 26 años. Aún siendo su primer contacto con largos, la obra despertó interés y ganó el Premio de Cine Alemán.

Ya nada iba a detener a Herzog. Desde entonces ha trabajado sin respiro, tanto en cine, documentales, direcciones de ópera, interpretación y redacción de guiones.
Para entender su obra, y especialmente, “Aguirre, la cólera de Dios”, es inevitable hacer referencia a su enraizada conexión con la salvaje naturaleza, acto llevado a la realidad en “Aguirre, la cólera de Dios” o con “Fitzcarraldo”, donde vemos el insensato y soñador hombre que intenta luchar contra la indomable naturaleza.

Esta naturaleza, bajo la contemplación de Herzog, nos hace retroceder con su poder y nos ensombrece ya que no podemos luchar contra ella. Pero esta biósfera no se exhibe de erotismo ni belleza, sino de obscenidad e infamia, donde la fornicación, la estrangulación y la asfixia giran torno a ella y la cargan de sufrimiento. El sufrimiento de la supervivencia, donde los árboles sufren y los pájaros no cantan, chillan de dolor. Nuestro sufrimiento.

Aún así, al observar con lupa, la harmonía es patente y persiste. El asesinato colectivo y aplastante se convierte en un proceso ensamblado. Con estas fuertes palabras, Herzog manifiesta su amor más animal. La admiración que siente por la naturaleza es absoluta, admiración que siente en rivalidad de su criterio más racional.

-La naturaleza de Herzog-





En cuanto a premios, Herzog nunca ha parecido enzarzarse en la fama y la farándula cineasta, su poesía cinematográfica ha preferido apartarse de esos medios. Él mismo, felicitando Klaus Kinski, protagonista de “Aguirre, la cólera de Dios” y actor crucial en la carrera del director, citó textualmente:
“Nunca te hará falta un premio, un premio te compromete y te hace barato, te baja al nivel de esos medios y todo ese circo” En otra ocasión, hablando sobre el plano que arranca el film de “Aguirre, la cólera de Dios”, dijo: “Yo no quería un primer plano del Machu Pichu y su grandeza, así lo habría hecho Hollywood con ese paisaje, un fondo muy bonito para explotar la imagen, producto para postales o revistas. Yo deseaba un paisaje con características casi humanas.”

No obstante, las perlas siempre salen a flote y relucen, estén más o menos escondidas. Sus obras han ganado y han estado seleccionadas para varios premios. “Fitzcarraldo” se llevó el premio al mejor director en el Festival de Cannes de 1982. El Documental “Grizzly Man” ganó un premio en el festival de cine de Sundance en 2005 y muchas de sus películas, incluida “Aguirre, la cólera de Dios”, han sido reconocidas internacionalmente y consideradas obras maestras.

Su filmografía es bastante densa, pero sus trabajos más conocidos son: Aguirre, la cólera de Dios (1973), Nosferatu, fantasma de la noche (1979), Woyzeck (1978), Fitzcarraldo (1982), Cobra Verde (1988), Grizzly Man (2005), Rescue dawn (2007).

Sobre Klaus Kinski, actor que encarga al protagonista de “Aguirre, la cólera de Dios”, cabe anotar que ha sido uno de los más grandes y sorprendentes actores de Alemania del último siglo. Los lazos, o más bien, las espinas que quedaron clavadas entre él y Herzog, le arrastraron a ser reconocido en toda Europa.

Debutó en el cine en 1948, en el film Morituri y actuó en un gran número de películas, casi todas ellas de una pésima categoría, cosa que parecía hasta regocijarle, retozando en su propio fango. Llegó a decir: "Soy una prostituta. Hago esta basura por el dinero, nada más."
Sin embargo, hizo distintas apariciones donde demostró su asombrosa capacidad interpretativa, entre ellas, el famoso pentágono Herzog-Kinski: “Nosferatu, el vampiro”, “Aguirre, la cólera de Dios”, “Woyzeck”, “Fitzcarraldo” y “Cobra verde”.

El nombre de Klaus Kinski solía revolcarse con toda una serie adjetivos que salpicaban entorno a la insolencia, histeria, rabia, arrogancia, trastorno, soberbia y una lista cuyo fin no podría verse sobre papel. Sus interminables y llamativos ataques de rabia le hacían perder la razón y desatar a un Kinski azotador de mortales. El intenso y diabólico nervio del actor era indómito, hecho esencial en la relación que Herzog y Kinski mantuvieron. La rabiosa guerra que coexistía entre ellos estaba siempre al límite de lo posible, degenerando hasta tal punto, que una vez planearon matarse mutuamente.

-Furia de Kinski-



Aún así, el director confesó que se necesitaban mutuamente, eran complementarios e inseparables. Herzog era el único capaz de controlar su inflamable carácter y además, en beneficio propio. En ocasiones, Herzog le provocaba adrede para que berreara durante una hora y media, hasta que Kinski soltaba espuma blanca por la boca como una fuente de gaseosa humana y se le hincharan los ojos de ira.

En esos momentos, el director lo usaba para muchas escenas de “Aguirre, cólera de Dios” e ilustrar su perturbadora locura, no lucida por un rimbombante y rabioso traidor de la corona como Kinski proponía, sino por un Aguirre de tonos suaves y peligrosos, una ira calmada pero oscura y letal, una cólera de Dios.

martes, 5 de mayo de 2009

Sinopsis

Sinopsis.

Situados en el año 1560, una expedición española parte de las montañas de Perú para aventurarse dentro del Amazonas, en busca del legendario tesoro que mora en El Dorado. Sin saber qué les depara su complicado viaje, se lanzarán en contra de las propias fuerzas de la naturaleza para hallar grandes cantidades de oro y riquezas que hasta entonces formaban parte de una leyenda. A través del diario del fraile Diego Gaspar de Carvajal la historia se va relatando, narrando un viaje de desesperación, traición, locura y perdición.

lunes, 4 de mayo de 2009

Antagonista

Antagonista:

Urzúa podría representar un antagonista ya que en una primicia, él domina la aventura hacia la selva y no Aguirre, motivo por el cual el protagonista traiciona la corona real. Pero resulta muy dudoso que Urzúa suponga un entorpecimiento de los objetivos de Aguirre, ya que solo es un estorbo que el protagonista aparta como un trasto inútil sin el más mínimo esfuerzo. No llega ni a contrincante.

Sin embargo, la omnipresente y asesina jungla es algo más que un enemigo. Su representación es lo más atroz y peligroso que mora en la selva, mucho más que los indios que la habitan y que atacan desde la oscuridad al grupo expeditivo. Este retorcido ecosistema es demasiado fuerte, incluso para Aguirre, y termina por ser la entidad que aniquila a toda su tripulación y sus sueños.

El plano secuencia final ilustra ese concepto de lucha eterna contra la jungla, donde Aguirre, único hombre en pie, héroe extraviado y rizado en su propia demencia, deambula por una balsa, convertida en un par de troncos inundados que han criado algas. Rodeado de mar, jungla y monos tití, delira consigo mismo al observar sus objetivos frustrados.

Protagonista

Protagonista:

Klaus kinski encarna al personaje de Aguirre López, uno de los altos cargos en la expedición hacia El Dorado. Aguirre es un personaje de melena rubia reluciente, con unos profundos ojos azul cielo que destilan autoridad y dominación. Su rostro es desconcertante, donde habita la indiferencia, la locura y termina por arropar la obsesión. Sufre un acentuado desequilibrio al andar, rey de toda una serie de gestos y poses que le cargan aún más en el perfil de lunático y extravagante. La personificación de Aguirre está pincelada de atrevimiento y peligro, como un oso salvaje.

Aunque Aguirre no encarna la jurisdicción máxima en la aventura hacia El Dorado, termina por sublevarse y arrastrar a los hombres a la misma traición, hecho que demuestra lo venenosa e infalible que puede llegar a ser su palabra. Una vez tomado el control, Aguirre concede el nuevo derecho de líder a Guzmán, asumiendo para sí el segundo cargo, una simple teatralidad, ya que Guzmán es otra de sus marionetas. La figura de Aguirre es la de un Dios: él decide la trayectoria de todas las acciones por encima de cualquier otra cosa.

Los hombres que le siguen temen su injustificado temperamento y su indestructible dominio, ya que la ley no existe para Aguirre, solo la arbitrariedad y la obsesión, donde el incumplimiento de su voluntad conduce hasta la muerte.

Psicológicamente sufre un tajante desequilibrio, producto de una ardiente obcecación que se convierte en pesadilla: conseguir las riquezas de El Dorado y ser recordado en los anales de la historia por la gloria y el poder. Su objetivo es inextinguible, ni sus hombres ni sus superiores, ni si quiera la naturaleza (en un principio) podrán detenerle. Él superará y aplastará a todo ser, destruirá cualquier tipo de oposición ante su empresa y devastará cualquier obstáculo, sean cuales sean las consecuencias.

Ninguna fuerza puede cambiar el rumbo de su navío, donde su voz es la única que se presencia con peligrosidad. Aguirre es la cólera de Dios y el resto son marionetas que dependen enteramente de él.

“Yo soy el mayor traidor, no puede haber ninguno mayor. El que piense huir será convertido en 190 pedazos y estos serán pisoteados hasta que puedan untarse sobre pared. El que coma un grano más de maíz o beba una gota de agua de más será encarcelado durante 155 años. Sí, yo, Aguirre, quiero que caigan muertos los pájaros de los árboles. Yo soy la cólera de Dios. La tierra que piso me ve y tiembla.”-Aguirre hablando ante sus hombres.

Ahora bien, aunque no supongan un grave peso para Aguirre, son algunos los obstáculos que se encuentra por el camino. Primero, Don Pedro de Urzúa, comandante original de la expedición, es un pequeño contratiempo del que Aguirre se ocupará, contaminando las mentes de sus seguidores para ponerlos a su favor y deshacerse de él.
En segundo lugar, la naturaleza es el enemigo más claro y común de todos los personajes, y en consecuencia, de Aguirre.

Redundando sobre el mismo eje, esta naturaleza “Herzoguiana” es invulnerable y la destreza humana no tiene más opción que rendirse ante ella o morir. A medida que la aventura prospera, los hombres van cayendo como moscas hasta que llegan al punto donde no son ellos los que se introducen en la naturaleza, sino que la naturaleza se introduce en ellos, acosándolos, atosigándolos y arrastrándolos hasta su propia autodestrucción.

http://www.youtube.com/watch?v=nNGIiRYiX1M-Los hombres ante la selvática fuerza, torpes, ridiculizados-

http://www.youtube.com/watch?v=Z609q1DzmyQ-Parece que los propios árboles "escupan" flechas, que, aunque pertenezcan a los aborígenes, el ataque por parte de la naturaleza es claro y directo. Los hombres desvarían (observar el grupo que se pone a chupar sal del suelo.) El caos reina y Aguirre impone su ley ante los que pretenden huir. Al final del video (de 4:49 hasta el final) es una perfecta y potentísima demostración de las fuerzas naturales de las que hemos hablado. El amazonas les engulle, es evidente que ya no podrán salir de sus entrañas.

domingo, 3 de mayo de 2009

Personajes secundarios

Personajes secundarios:

-Diego Gaspar de Carvajal. Es un ejemplar de la hipocresía de la iglesia, donde todas las justificaciones de conquista, exterminio y destitución son difundidas bajo la palabra de Dios. Al crearse este implacable escudo, toda acción es posible. Al intervenir a favor de la voluntad del Señor, la esclavización o la guerra solo son caprichos que se le conceden y así el hombre tiene libre albedrío para lo que quiera. Predicar en terrenos salvajes es el pretexto perfecto en este relato, donde el gremio eclesiástico también quería sacar un buen partido de las riquezas, en caso de encontrar el tesoro.

El fraile Diego suele mostrarse en primeros términos, expuesto como un sujeto racional: sabe qué ocurre siempre y de qué forma, pero su cobarde naturaleza que le esconde tras una túnica le obliga a guardar silencio. En contraste con Aguirre, él forma parte de una sensatez total que intenta dotar de verosimilitud y sentido a muchas cosas que suceden.

-Guzmán, el escogido por Aguirre como nuevo rey de la rebelión, no es nada más que un caricaturesco pelele a las órdenes de Aguirre. Su patosa mirada, esperpéntico cabello, ancha papada y mórbido cuerpo le completan el aspecto de inepto para cualquier tarea.

En este sentido, es muy interesante observar como Aguirre es totalmente imprevisible y arbitrario, un hombre perdido entre olas. Primero, traiciona a su capitán al mando, lo enjaula y termina por ejecutarle, pero por otra parte, no tiene ningún reparo en seguir una conducta “honorable” al coronar un caballero de sangre noble, cuando verdaderamente él es quien da y quita libertades, incluida la vida o la muerte.

-Flores, la hija de Lope de Aguirre, es un personaje delicado y protegido, en una posible lectura, el tesoro más admirado de Aguirre, a parte de la gloria y el oro. De alguna forma muy sutil, ella es una esencia pura, y al fallecer al final de la historia, Aguirre pierde todo lo que tenía, desatando su arrogante enloquecimiento.

-Inés, la prometida de Urzúa, es el retrato de la fuerza y la observación. Ella insta a su esposo a encarcelar a Aguirre, ya que percibe en él la futura traición a la corona española, pero su marido no es capaz de verlo y termina por caer bajo las garras de Aguirre. Es una mujer viva y luchadora, ciertamente hechicera, figura de la advertencia y la prudencia, que como tal, si no se toma a tiempo, termina por irse por sí sola. Esta metáfora se lleva en pantalla, cuando Inés termina desapareciendo entre las entrañas del bosque y nunca más se sabe de ella.

http://www.youtube.com/watch?v=n6ZPaNdQ3nE-Inés y el Fraile Diego, reflejo de sus personalidades-

-Otros componentes dramáticos (narrador, objetos, localizaciones...)

El narrador, que puntualmente nos conduce por la historia, es la elocuente voz del fraile Gaspar, describiéndonos el viaje hacia lo sórdido y la degradación, palabras que va relatando en su diario para que exista constancia de todo lo sucedido, en ocasiones, subrayando las imágenes con una narrativa que roza el documental.
Al final de la película, la contenida y viperina voz de Aguirre, relata en una locución su propia traición por todo lo alto, encontrándose a sí mismo en mitad de la nada, potente discurso que transmite los susurros implacables de un loco.

En cuanto a objetos, la balsa puede considerarse un conductor hacia la autodestrucción y el descubrimiento personal. Aguirre se embarca en el transporte que le llevará a su total soledad y fracaso, pero, por otra parte, encuentra lo que realmente deseaba, que al margen de la leyenda de El dorado, es su liderazgo y su transformación en una especie de individuo potente e invencible.

Otro punto curioso es ver como Aguirre siempre lleva una espada y una daga, objetos que, dado su carácter, deberían ser esenciales para doblegar, pero en ningún momento los necesita para someter a su prole. Su hipnotizadora y déspota mirada es suficiente para sentenciar órdenes y que sean acatadas sin rechistar. La guerra de Aguirre se desempeña con sus manos y su mente.

En cuanto a las localizaciones, todo se revuelca en la selva, suficientemente definida anteriormente. El río que cruzan a lo largo de la aventura es una forma metafórica de narrar el camino de un héroe al precio que sea necesario.

Es decir, la historia de Aguirre podría haberse contado con otro personaje que tuviera otras motivaciones en un lugar distinto y atado por otras dificultades, pero seguramente, tendría un río que seguir, un camino lleno de sufrimiento, una dura trayectoria a la deriva que simboliza al héroe en búsqueda de la cúspide, una exploración de lo absoluto, una auto superación del propio personaje que en este caso termina con la tragedia más rotunda:

Todos los seguidores de Aguirre mueren, incluida su hija, dejando la barca a la deriva, inundada tanto por agua como por monos. Aguirre se responde a sí mismo en esta desoladora situación al preguntarse: “¿Quién está conmigo?”
Los monos, la selva, la muerte. Es decir, nadie.

http://www.youtube.com/watch?v=8dsgDLnNOgI&feature=related
-Delirios de Aguirre y su fracaso-

Tiempo y Espacio Fílmico

Aguirre se desarrolla durante la conquista española en América, siglo XVI, en el apogeo de la corona española.
Esta transcurre a lo largo de aproximadamente un mes de tiempo real, siendo el fílmico de apenas 100 min. Aunque en realidad da la sensación que la historia transcurre durante años o quizá siglos cuando vagan perdidos por la selva surcando ríos a la misma velocidad que la propia naturaleza los puso allí, es decir, edades geológicas, tiempos inexistentes.
El hilo narrativo de la pelicula se desarrolla a a través del diario de Gaspar de Carvajal, el cura que acompaña a la expedición comandada por Pizarro. El paso lento y estrecho de toda la expedicón por la vertiente Oriental de los Alpes centrales, al sur de Perú. La selva y toda su espesura hace su paso lento y agonístico. Pizarro toma una decisión al ver el río indomable, y es dividir la expedición para valorar las posibilidades de seguir o si por el contrario han de poner un límite y darse por vencidos en la conquista de la naturaleza. Urzúa es el encargado de dirigir a un grupo para ir mas allá y volver con noticias. Aguirre, aparentemente en la sombra les sigue sigue la corriente, pero en realidad prepara su revolución y su propia conquista en cuanto le dejen actuar a sus anchas.


El espacio absorbe a los personajes, los engulle en una ola verde, la selva, la jungla indomable. Todo el film se desarrola en las selvas del trópico de Capricornio, en Perú. Juanto al Amazonas, en el lugar más virgen e inexplorado del planeta, algo totalmente desconocido, casi de otro mundo para los exploradores del Siglo XV. Una Odisea.
El recurso fílmico más destacable y siempre recordado al mencionar esta película es el estupendo travelling circular del final un homenaje a otro film; Os kajefestes. El uso de cámara en mano se torna vital para situarnos entre la tripulación, ser uno de ellos, vivir con ellos esa expedición hacia la perdición, donde no hay vuelta atrás ni camino que seguir.

Estilo Visual

Werner Herzog recurre al personaje histórico Lope de Aguirre y su desquiciada búsqueda del Dorado para introducirnos en un drama con estilo casi documental.
Alejándose del discurso moralista de la imposición violenta del cristianismo a los salvajes, pero sin descuidar la trama histórica, Herzog se centra en presentarnos a un personaje de fuerte personalidad, con aires de grandeza y enloquecido por llegar a conquistar la leyenda del Dorado.. Arrastrándose, río abajo, junto a un grupo de soldados hacia el fracaso.
Fotografía extraordinaria que muestra la grandeza de la naturaleza. Desde el primer gran plano general observamos lo pequeños que somos ante esta, nuestra debilidad e insignificancia ante el mundo. Un tropiezo y caeremos al vacío.
Planos abiertos, cargados de detalles o simplemente estética,. De las cosas bellas es fácil sacar belleza. Pero Herzog da un vuelta de tuerca convirtiendo este paisaje en enemigo invisible, en ocasiones asfixiante que introduce al espectador en la selva, un electo capaz de destruir poco a poco.
Sin cambios bruscos, los planos generales que nos muestran la escena pasan a planos medios, estáticos, que reflejan en el rostro de los personajes el hundimiento, la desesperanza, la ira. Un alternar “sencillo” selva-hombre.
No hay florituras ni movimientos bruscos de cámara, en ocasiones esta es un ente subjetivo que se encuentra entre los personajes, pausado y lento se mueve al ritmo de la balsa, se moja y ensucia con ellos.
Planos con una gran profundidad de campo que nos muestran en segundos y terceros planos, todos los detalles de paisaje y personajes, escepto cuando el personaje de Aguirre esta en primer termino, en ese momento no vemos nítido más allá que el y su figura. Engrandeciendo de esta forma al personaje, el es un “dios” .
Un traveling memorable que ha hecho historia cierra la película rodeando a Aguirre, solo y demente aun imagina grandes hazañas mientras los monos son los único que quedan a su lado.
Un monologo que termina con la pregunta: “Quién más esta conmigo?” cerrando así el ciclo de la conquista utopica y de un hombre que se construye asi mismo.
La luz de toda la película natural y realista. Podrían diferenciarse tres cambios marcados en la iluminación, que coinciden con los cambios de localización.
Una iluminación que nos sitúa en un paisaje gris y lluvioso , en lo alto de las montañas, donde apenas hay contrastes, empastada.. Perfecta para situarnos en el duro camino que están recorriendo indígenas y colonos.
Los claros y sombras aparecen cuando la acción se traslada a orillas del Amazona, es ahí donde el director también opta por crear una noche totalmente a oscuras sin más iluminación que la de un fuego y el estallido de la pólvora, sin importarle perder el detalle de los personajes.
La luz y el camino de Aguirre van de la mano, esta es más intensa cuanto más desciende Aguirre por el río. En el momento más decadente del personaje vemos una luz dura de sombras muy marcadas. Un sol cegador frente a los personajes ya exhaustos y moribundos.
Una fotografía en la que apenas destaca el color, el verde lo cubre todo, pero el resto, colores oscuros y apagados muestran la suciedad y turbulencia de Aguirre y de los hechos.
Solo destacar sobre el color algo que llamo mucho mi atención. El único toque de color que caracteriza a dos de los personajes. Un mensaje sublime que bien del color morado de las camisas de los personajes , color que representa lucidez realeza y dignidad. Es el rey impuesto y patán el que exhibe esa más alegremente, pero quien la lleva bajo una fuerte armadura es Aguirre, quien maneja la historia y la acción es el. Un personaje de enorme fuerza, un conquistador capaz de llevar a todos hacia el desastre sin hacer uso de su espada
Un ritmo lento hace que el espectador se introduzca en la acción y acompañe a los personajes en ese camino infernal, llegando a desesperar. Acompañando a Aguirre en la búsqueda de la tierra del oro, un camino mítico que un individuo debe seguir sin fallar y a cualquier precio para convertirse en alguien libre, un individuo absoluto.